Más que un yate, un resort
El “Flying Fox” mide más de 127 metros de largo y probablemente costó más de $500 millones de dólares construirlo, según Bloomberg. Pero eso no es todo, ya que aunque es el yate en renta más grande del mundo lo más atractivo de este barco son sus increíbles amenidades. El superyate tiene capacidad para 25 huéspedes, 55 miembros de la tripulación como cooks, amas de llaves, médicos, instructores de buceo, peluqueros y más. El barco tiene varias cubiertas, incluido un helipuerto en el techo, y las comodidades incluyen una gran piscina de hidromasaje, criosauna, gimnasio, submarino y equipo para deportes acuáticos, además de que el yate es tan grande que incluso tiene su propio yate de apoyo.
Además de esto, el superyate cuenta con un moderno sistema de seguridad a bordo y cine con butacas privado, una estación de cocina exterior completa en la cubierta del puente en popa que incluye asador, teppanyaki, horno de pizza, un spa de dos pisos con los mejores tratamientos disponibles y un centro de buceo profesional con instructores de buceo experimentados, así que estamos seguros que Beyoncé y Jay-Z han tenido muchas opciones para descansar y disfrutar de sus vacaciones.
Elegancia marina
Aunque el tamaño y las amenidades del “Flying Fox” son lo que destacan, la decoración contemporánea de líneas limpias y los hermosos colores navales transforman el inside de este yate en un elegante y lujoso barco en lo que parece ser un resort de cinco estrellas o una mansión tropical. Los materiales naturales como la madera y los contrastes de shade entre el azul matrino y los tonos neutros como el beige crean un hermoso ambiente en el lugar. Así que es seguro decir que este yate no sólo es el más grande del mundo sino también uno de los más elegantes y lujosos del mundo, por lo que no es ninguna sorpresa que la famosa pareja decidiera saltarse un par de eventos para poder disfrutar del mediterraneo en este hermoso tremendous yate.